CIRUGÍA CON INGRESO EN SALA DE HOSPITALIZACIÓN

Muchas intervenciones requieren que el paciente permanezca en el hospital más de 24 horas después de la cirugía. En estos casos una vez dado de alta de la URPA se traslada a una planta de hospitalización donde se atienden a los pacientes a los que se ha practicado una cirugía similar.

Es probable que lleve medicación endovenosa y sueros, por tanto le dejarán el catéter en la vena. Quizá llevará también catéteres en otros lugares para conseguir una mejor analgesia (como por ejemplo epidurales). También tendrá drenajes (tubos que salen debajo o al lado de la zona de la cirugía para que si rezuma un poco de  sangre pueda salir hacia el exterior y no se forme un hematoma) que las enfermeras irán controlando. Puede llevar sonda urinaria, por lo que la orina irá saliendo sola sin que hacer ningún esfuerzo. Si lleva una sonda por la nariz hasta el estómago (sonda nasogástrica) es muy probable que no pueda comer hasta que se la retiren.

El cirujano que le ha operado y el anestesista habrán dejado por escrito todas las normas referentes a sus cuidados, medicamentos, dieta hasta el día siguiente.

Las enfermeras de la sala le irán tomando las constantes y le vendrán a ver a menudo durante las primeras horas. Luego irán espaciando estas visitas a una vez por turno y cuando le corresponda medicación o comida. Si tiene dolor, o quiere comentar algún cambio como sensación de fiebre, o si necesita levantarse debe avisar siempre a la enfermera.

Cada día por la mañana el cirujano pasa visita para controlar la evolución del postoperatorio y realiza los cambios necesarios en la medicación y en la dieta, hasta que el paciente ya está en condiciones para ir a casa de nuevo.

 

Enlaces de interés:

Estándares de Calidad y Seguridad para las Unidades Asistenciales  del Ministerio de Sanidad, Politica Social e Igualdad.