El consumo crónico

Cuando se superan los  60 gramos de alcohol, (70 gramos para el hombre, 50 gramos para las mujeres) se habla de ingesta excesiva de alcohol.  Esta cantidad es  equivalente a medio litro de vino tinto,  litro y medio de cerveza de baja graduación, o  2 o 3  copas de whisky, ginebra, ron, etc. Sin embargo, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) el consumo máximo recomendado de alcohol es de 30 gramos de alcohol diarios para hombres y 20 gramos para las mujeres.

El consumo de fin de semana también se considera consumo crónico de alcohol porque genera similares efectos en nuestro organismo.

El alcohol afecta de diferente manera según ciertas condiciones genéticas  y hay personas que sin alcanzar la cantidad máxima recomendada que enferman igual que consumidores de mayores cantidades de alcohol.

El consumo crónico o intoxicación crónica produce alteraciones en diferentes órganos; cerebro, hígado, corazón páncreas, la sangre, y los músculos. Existe de base una alteración de la nutrición que explica estas alteraciones, y  hay una mayor predisposición a la infección. Durante el perioperatorio si no se toman las medidas oportunas, aparecerá el síndrome de abstinencia, que aumenta de manera considerable el riesgo.

El anestesista en la consulta, indagará y te interrogará sobre tu consumo de alcohol y para conocer los posibles órganos afectados, valorará si hay opción de mejorarlos y te informará de sus riesgos específicos. En la analítica de sangre se  detectarán algunas alteraciones, y  si es necesario se realizarán más pruebas.