Los riesgos más frecuentes de esta cirugía son leves, tales como infección o sangrado de la herida. Los riesgos graves son el sangrado o la infección intraabdominal. Si la cirugía se hace por laparoscopia es raro pero grave la ocurrencia de lesiones vasculares o de órganos vecinos, la embolia gaseosa o el neumotórax.