MANTENER LA INTEGRIDAD y PROTEGER DE LA AGRESIÓN.

La agresión que supone la cirugía en sí misma, y la reacción que desencadena en el organismo afectan de manera profunda a su equilibrio interno. La anestesia busca minimizar los efectos de esta agresión, y tratar las complicaciones que se derivan de ella.

Una cirugía sin anestesia es técnicamente muy difícil o imposible de realizar, pero además supone una agresión mucho mayor para la salud del paciente que puede incluso conducirle hasta la muerte. Por tanto, la anestesia busca PROTEGERLE DE LA CIRUGÍA.

Por otro lado la técnica anestésica asocia una serie de riesgos que han de prevenirse, vigilarse y tratarse durante el proceso quirúrgico.