¿Me puedo quedar paralítico?

Un miedo que preocupa a muchos pacientes es la posibilidad de sufrir un daño irreparable en la médula espinal a consecuencia de la anestesia.Esta situación es afortunadamente muy poco frecuente y suele ocurrir cuando se sufren enfermedades que lo favorecen.

Las posibles causas para sufrir un daño medular en relación a la anestesia intradural serían:

Lesión directa por la aguja en la médula espinal:

Este riesgo es muy bajo porque se pincha por debajo de las vértebras L1-L2, donde ya no hay médula espinal propiamente dicha. A ese nivel están las raíces terminales de la médula,  que son móviles y flotan en un fluido (el líquido cefalorraquideo). Eventualmente se puede rozar alguna de estas raíces con la aguja y producir un calambre. Basta con recolocar la aguja para dejar de irritar esa raíz.

Compresión medular por absceso o hematoma epidural producidos por la punción.

Estas dos situaciones, que son posibles, son altamente improbables por las medidas preventivas que se toman: desinfección de la zona y punción con material estéril, y comprobación de los niveles de coagulación y plaquetas antes de la punción. En caso de producirse un absceso o un hematoma, el tratamiento y sólo en un pequeño porcentaje habría lesiones irreversibles.

Administración de un fármaco o de unas concentraciones tóxicas para las raíces nerviosas.

Esta circunstancia también es poco probable, pues se conocen qué fármacos y en qué concentraciones, pueden afectar las raíces nerviosas. Además se  realiza doble comprobación de la medicación que se administra, por parte del anestesista y por parte de la enfermera que le suministra el fármaco éste.