Medicación psiquiátrica, neurológica, y tratamiento del dolor crónico

SI TOMAS MEDICACIÓN PARA ALGUNA ENFERMEDAD NEUROLÓGICA O PSIQUIÁTRICA, O TRATAMIENTO PARA EL DOLOR CRÓNICO, COMUNÍCALO EN LA CONSULTA DE ANESTESIA, ES IMPORTANTE PARA TU CIRUGíA.

MEDICACIÓN PSIQUIÁTRICA. 

Si tomas tratamiento psiquiátrico para un cuadro depresivo, trastorno bipolar, esquizofrenia y otra patología psiquiátrica es importante que el anestesista la conozca para poder ajustarla. Algunos de estos medicamentos hay que modifcarlos para evitar problemas intraoperatorios y en el posoperatorio inmediato. Sigue siempre las instrucciones del anestesista.

¿Qué hacer con los antidepresivos?  

Los antidepresivos tipo IMAO (Inhibidores de la Monoamino Oxidasa): Tranilcipromina (Parnate®), Moclobemida (Manerix®) se deben suspender ante una cirugía, siempre tras una revisión del psiquíatra.  La tranilcipromina (Parnate®) que tiene  una acción irreversible, se suspende 2 o 3 semanas antes de la cirugía. La moclobemida (Manerix®) se suspenderá 24 horas antes de la cirugía. El psiquiatra  pondrá un tratamiento alternativo y medicación para disminuir la ansiedad ante la intervención.

Los Antidepresivos tricíclicos: amitriptilina (Tryptizol®no se deben suspender antes de la cirugía sobre todo si hay una depresión mayor o un episodio agudo. Se deben reintroducir lo antes posible tras la cirugía para evitar los efectos de su abstinencia como alteraciones del sueño, manías etc. Los efectos secundarios en el corazón son raros, y solo se suspenderían en el supuesto que el paciente  esté inestable (en insuficiencia cardiaca).

Los antidepresivos Inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (IRSS): fluoxetina (Prozac®), paroxetina (Seroxat®), sertralina (Bestirán®), tienen menos efectos secundarios y se continúan durante todo el período quirúrgico.

¿Qué hacer con los estabilizadores del ánimo? (litio)

El  Litio  (Plenur®), es un fármaco usado en el trastorno bipolar para estabilizar el ánimo. La práctica más habitual es suspender el litio 72 h antes de la cirugía, y retomarlo una semana después. Pero si la enfermedad psiquiátrica es inestable hay que consultar con el psiquíatra la retirada. Si se plantea  mantenerlo hay que hacer una analítica para medir sus niveles en sangre. Esta analítica se pide en la consulta de anestesia.

¿Qué hacer con los antipsicóticos?

Los Antipsicóticos: clozapina (Leponex®), risperidona (Risperdal®), olanzapina (Zyprexa®) son fármacos que se utilizan en el tratamiento de cuadros delirantes, como la esquizofrenia.  No es recomendable retirar estos medicamentos para una cirugía si el paciente está estable de su corazón. Si el paciente tiene una situación psiquiátrica aguda debe ser reevaluado antes de la cirugía.

 

MEDICACIÓN NEUROLÓGICA: antiparkinsoniana, antiepiléptica

¿Qué hacer con los antiparkinsonianos?

El tratamiento para la enfermedad del Parkinson es complejo, y tus médicos deben prestar un cuidado especial a los efectos adversos y las interacciones con otros medicamentos en el periodo perioperatorio.

Levodopa, con diferentes formas de presentacion:  Levodopa + Carbidopa (Sinemet Normal®, Sinemet retard®, Sinemet  Plus®, Sinemet Plus retard®), Levadopa + Benserazida (Madopar®, Madopar Retard®) Levodopa+ Carbidopa +Entacapone (Stalevo®).

Se recomienda continuar con los compuestos con Levodopa hasta la mañana de la cirugía tomándola con un poco de agua, su efecto puede durar varias horas, lo que va a permitir facilitar la movilidad perioperatoria. Tras la cirugía, se debe retomar el tratamiento lo antes posible.

Los agonistas dopaminérgicos: pramipexol (Miraxepin®), ropinirol( Requip®),  rotigotina (Neupro® parche), se pueden continuar hasta la cirugía.

Selegilina (Plurimen®) y rasagilina ( Azilect®). Son un tipo de IMAO. Se recomienda suspenderlos 3 semanas antes de la cirugía si las condiciones del paciente lo permiten.

Amantadina

Entacapone ( Comtan®) y tolcapona ( Tasmar®) se pueden continuar hasta la cirugía.

Los anticolinérgicos: Están cada vez más en desuso por su eficacia limitada y múltiples efectos secundarios, debieran suspenderse antes de la cirugía.

¿Qué hacer con los antiepilépticos?

Los antiepilépticos son medicamentos para controlar la epilepsia.

Los antiepilépticos de primera generación (fenitoína, fenobarbital, primidona, benzodiacepinas, etosuximida, carbamazepina y ácido valproico) tienen mayor probabilidad de interacción con los anestésicos, así como mayor número de efectos secundarios y adversos.

Los antiepilépticos de segunda generación (felbamato, vigabatrina, lamotrigina, gabapentina, topiramato, tiagabina, oxcarbazepina, levetiracetam, pregabalina y zonisamida) tienen menos interacciones con otros fármacos, y mayor seguridad.

Los antiepilépticos deben de continuarse hasta el día de la cirugía y es de suma importancia asegurar que sus niveles en sangre sean los correctos para ejercer su efecto.

En el posoperatorio si es necesario se administran por vía intravenosa hasta que la ingesta por vía oral pueda restablecerse.

 

MEDICACIÓN PARA EL DOLOR CRÓNICO

El dolor crónico se considera una enfermedad en sí misma y se asocia a importantes alteraciones psicológicas, el dolor es uno de los motivos más frecuentes de atención médica. Por tanto es frecuente que un paciente que se vaya a operar esté tomando medicación para algún tipo de dolor crónico.

La medicación para el dolor incluye fármacos de diferentes familias:  antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno) y paracetamol,  antidepresivos tricíclicos como amitriptilina (Tryptizol®), antiepilépticos como gabapentina (Neurontin®)pregabalina (Lyrica®) y opiaceos como morfina ( MST®, Sevredol®), codeína, fentanilo (Durogesic®, Parches de fentanest, Actiq®), metadona, oxicodona/naloxona (Targin®).

Los opiaceos constituyen el pilar del tratamiento del dolor oncológico (por cáncer). Desde los años 90 además se usan cada vez más en cuadros de dolor crónico no maligno, como la artrosis.

¿Qué hacer con el tratamiento del dolor crónico?

En la consulta de anestesia se debe comunicar el tratamiento habitual para el dolor crónico, con dosis y vía de administración. Así el médico podrá establecer un plan de cuidados y necesidades de analgésicos durante la cirugía y el posoperatorio.

El paciente debe saber que tiene un riesgo potencial de sufrir más dolor en el posoperatorio, por lo que se le ofrecerán también técnicas alternativas de tratamiento del dolor como bloqueos regionales.

Como norma el tratamiento para el dolor debe continuarse la mañana de la cirugía, sobre todo los opiáceos, incluidos los parches de fentanilo transdermico, para prevenir los síntomas de deprivación. y evitar cuadros de dolor descontrolado.