VIGILANCIA DE LAS CONSTANTES VITALES

El anestesista estará pendiente de su estado de salud en todo momento. Usará una monitorización básica que vigila su respiración, sus constantes de tensión arterial y ritmo cardiaco y se controla que esté adecuadamente dormido.

Si la cirugía es más compleja o el paciente lo requiere por sus enfermedades previas, puede hacer falta una monitorización más exhaustiva.

El anestesiólogo además puede realizar análisis de sangre intraoperatorios para tratar las alteraciones que se van produciendo durante la cirugía. Por ejemplo el nivel de hemoglobina cuando hay sangrado.

Al finalizar la cirugía se suspenden los fármacos anestésicos y se comprueba que se ha recuperado su capacidad de respirar adecuadamente y sus reflejos, para poderle despertar con seguridad.